Mejorar el flujo de caja requiere medidas simultáneas en ventas, cobros y costos. Plan 90 días: Semana 1–2: auditar cuentas por cobrar y listar facturas vencidas; Semana 3–6: renegociar plazos con proveedores clave y ofrecer descuentos por pronto pago a clientes; Semana 7–10: optimizar inventarios (rotación y descuentos selectivos a slow-moving); Semana 11–12: implementar previsión de caja simple y establecer límites de autorización para gastos.
Acciones rápidas como incentivos por pronto pago y renegociación de plazos pueden liberar liquidez inmediata. Complementa con controles mensuales para que la mejora sea sostenible en el tiempo.